El pasado verano pude por fin volver a Italia y a Genova después de dos años de ausencia. Dos años es un tiempo suficientemente largo para pensar que pudiera haber olvidado pequeños matices que caracterizan la tierra donde nací y me crié. Pero fué simplemente volver a respirar el aire de casa y ver esos colores para mí familiares, y la duda rápidamente desvaneció. Esos matices son mis matices.
Andrea Ratto






