Fue allá por 1992 cuando el pequeño pueblo de Aceredo, al sur de la provincia de Ourense casi lindando con Portugal, quedó sepultado bajo las aguas.
Cuando lo visité tuve la sensación de estar viendo un pueblo que acaba de pasar una guerra, total destrucción y desolación, apenas quedan algunas edificaciones que asoman de la poca agua que contiene ahora el embalse.
Sin embargo la huella de las gentes que allí vivieron no se había borrado, permanecía en cada rincón como negándose a abandonarlo.
Os dejo una pequeña muestra de imágenes.














