La casa de María

María es mi suegra, una persona de 93 años con una cabeza muy lúcida y un corazón enorme. Vive en una casa «de aldea», una vivienda habitual en los núcleos de población pequeños, la mayor parte de ellos de ámbito rural. Es la casa familiar, en su día llena de vida con lo hijos primero y los nietos después, pero que hoy en día solo alberga sus desgastadas vidas.

Desde hace años vengo haciendo fotos cuando voy a visitarlos, me pierdo por los rincones y siempre me llama algo la atención.