Le puede pasar a cualquiera.

Hay temporadas en que uno no sabe situarse. No se si subo o si bajo. Si entro o si salgo. Y el pensamiento se enmaraña con ideas y sentimientos contradictorios. Pararse a pensar, replantearse los objetivos, buscar un rumbo. Abandonar la deriva. Reflexionar.

Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrarcar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de construir; tiempo de llorar y tiempo de reir; tiempo de abrazarse y tiempo de separarse; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de guerra y tiempo de paz.

ECLESIASTÉS 3, 1-8.