
Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar, no se extrañan los sitios, sino los tiempos
Marcel Proust
Hubo un tiempo en que no recordabas mi nombre. No sabías quién era yo.
Comenzabas el camino de la desmemoria de ti mismo y de tu mundo. El alejamiento definitivo. Hablabas de la laguna, ese lugar al que íbamos a menudo, sin darte cuenta de que tú ya pertenecías a ella desde hace tiempo. Dicen que la barrera del tiempo no existe y podemos hacer del pasado, del presente y del futuro un «ahora». Esto tendría sentido, cada momento duraría para siempre, cada sonrisa sería eterna. En realidad jamás habría despedidas




