Siempre me ha fascinado el rostro humano, por eso fotografiar a personas es uno de los principales motivos por los que fotografío. La mayoría de las veces no puedo resistirme a fotografiar ese momento, a veces, incluso y en función de mi estado anímico, fotografiarme a mi mismo.
Después de varios años realizando fotografías, uno se da cuenta que no hay un método perfecto. Dicen que un buen retrato necesita cerebro, técnica….. pero sin emoción y corazón estos carecerían de significado.








































